Bodegas Viña Alondra
Partiendo de las antiguas tradiciones morañegas de mantener una pequeña viña familiar, con la que se elaboraba un vino natural, fermentado en barricas de roble, Bodegas Viña Alondra, se propuso, además de mantener ese legado y las vetustas garnachas del “Sendero de los Sauces”, incrementar la superficie y plantar nuevas cepas de tempranillo en el paraje conocido en los viejos censos agrícolas como “Las Viñas de Narros” en Langa, Ávila.
Sobre terreno franco-arenoso por encima de los 850 metros de altitud, con una pluviometría escasa, y no optando por las modernas espalderas, sino por el cultivo en vaso ligeramente elevado en pie franco, con gran separación entre cepas para evitar así su competencia, y favorecer una mejor absorción de la luz, tomo forma esta viña a la que se la doto de una personalidad diferenciada.
En este lugar rodeado de pinares, es muy común encontrar gran cantidad de aves de todo tipo, entre ellas una que evoca con su canto alegría: la Alondra. Bodegas Viña Alondra, pretende que su vino sea como ella; alegre, evocadora, conciliadora e incluso invitarnos al canto.