
Sal de vino
· · · Un arte resucitadoSiempre hay alguien que descubre o recuerda un viejo arte centenario y se propone, ya sea como reto personal, como negocio o por mero romanticismo, recuperarlo y devolvérselo al mundo que lo había olvidado. Pascal Delbeck es de ese tipo de personas, ya que ha decido rescatar y comercializar de nuevo la 'Sal de Vino', un producto ancestral y casi en desuso.
Este tipo de sal se originó en el puerto francés de Liburne. Esta ciudad francesa era el puerto más importante para el comercio del vino. Las antiguas travesías marítimas sirvieron para descubrir que la madera era un aliado para transportar el vino, aportándole aromas y sabores. Pero este vino también se usó para teñir un producto muy demandado del siglo XVI: la sal, dándole un color y sabor peculiar. Como la sal no se podía vender con este color, los marineros prefirieron regalársela Valentin Corner, esposa de un conocido tabernero, para que la usara en su cocina. Para darle un toque personal, ella le añadió especias aportando singularidad a sus platos.
De esta fórmula de hace cientos de años, Pascal Delbeck, enólogo de la bodega Abadía Retuerta, ha conseguido rescatar la esencia de su elaboración y evolucionarla, manteninedo su fórmula en secreto, al más puro estilo Coca-Cola.
Aún manteniendo el misterio de su elaboración, se sabe que esta sal está macerada con los vinos de los grandes pagos de Abadía de Retuerta, teniendo gran éxtio en la alta cocina, ya que según los cocineros más innovadores, este tipo de sal aporta a los platos más colorido, sabores nuevos y originalidad.

Le apasiona el mundo del vino más allá de lo convencional. Buscar y encontrar las novedades más estravagantes sobre el vino y todo lo que le rodea le ocupa gran parte de su tiempo. Su radar friki vinícola siempre está activo.