Y a ti, ¿por qué no te gustan los monovarietales?

Y a ti, ¿por qué no te gustan los monovarietales?

· · · "el vino, como ‘droga’ mediterránea, nos acaba enganchando"

 

Usualmente, cuando nos introducimos en el mundo del vino, damos nuestros primeros pasos hacia un escenario de sentidos, sensaciones y cualidades organolépticas que nos producen placer. Lo compartimos con amigos, nos ayuda a entablar conversaciones, relaciones, vivencias. Hablamos de un concepto hedonista de la vida, en el que esta prodigiosa bebida nos estimula y transmite emociones que nos hacen disfrutar de momentos de alegría, tristeza, amor o ira.

 

Pero el vino, como ‘droga’ mediterránea, nos acaba ‘enganchando’, y nos exige más comprensión e interpretación. Valoramos sus elaboradores, las regiones de donde procede, las variedades con las que está elaborado, sus diferentes tipos de vinificación y crianza; racionalizamos un vasto mundo reduciéndolo al limitado conocimiento humano, creamos una compleja trama de conceptos entre los que incluimos descriptores para su cata, potenciales alimentos para su maridaje, temperaturas de servicio e, incluso, entornos en los que debe ser saboreado. Así por ejemplo, nos llegan modas del Nuevo Mundo (fundamentalmente Estados Unidos), en los que se nos habla de fanáticos de la Pinot Noir, como si al hablar de esta variedad, habláramos de un equipo de fútbol. Llegamos a un punto de no retorno, hemos abrazado la ‘modernidad’, ya no tenemos más de lo que aprender, poco que disfrutar. Se es una fan de la Pinot Noir, que bebe Pinot Noir, y lee sobre Pinot Noir.

 

 

Pero llega el momento en el que se produce una revelación y nos encontramos con este concepto galo casi místico que nuestros vecinos han dado en llamar: Terroir, que se va a erigir en nuestra salvación. Terroir es un término francés (literalmente se traduciría como Tierra) que se refiere al ‘sentido de una localización’, una única e irreproducible combinación de factores tales como las plantas, los animales, el clima, el suelo y su formación, su topografía y sus gentes en una determinada época. El resultado de esta combinación es una intrincada red de ingredientes que es infinitamente más compleja que nada que cualquier ser humano pueda crear. Cambiamos el concepto de vino valorado como un producto creado por el hombre, hasta el concepto de vino que se hace a sí mismo, ayudado por microorganismos como bacterias y levaduras.

 

De esta manera, comprendemos que la variedad – Pinot Noir u otra - con la que está elaborado el vino es uno de tantos factores que convierten a esta bebida en algo mágico y de imperecederas connotaciones socioculturales. Así por ejemplo, en nuestro querido viñedo berciano observamos como nuestros antepasados en algunas zonas prefirieron contar con una plantación en la que conviven diversas variedades como la Mencía, el Godello, la Doña Blanca o la Garnacha Tintorera, y también acompañadas de algunos árboles frutales, y arbustos aromáticos, quizás para así conseguir obtener un vino más complejo e irrepetible. ¿por qué lo hicieron? Es labor del viticultor y elaborador interpretarlo, pero la herencia que nos dejaron es sumamente valiosa. 

 

 

Y dicho todo esto, me pregunto: ¿qué demonios hago yo elaborando un vino – Demencia – monovarietal de Mencía?

Bueno, creo que esta cuestión se podrá resolver con otras meditaciones.

Acerca del autor
Nacho León entre las viñas
Nacho León Gerente de bodegas Demencia

Desde la zona del Bierzo, Nacho León se dedica en cuerpo y alma a uno de los proyectos más valiosos que tiene España en lo que a vino se refiere: Bodegas Demencia. Un visionario que ha sabido mezclar a la perfección pasión, tradición e innovación.