Vino Helvetica

Una de las pasiones que podemos contar del equipo de Vinorama es el diseño y la tipografía, de hecho somos campeones del font nerd con una mano (con la otra sostenemos una copa de vino, claro).

Un día, mientras se apoderaba de nosotros ese vacío existencial que se produce cuando levantas la botella de vino y descubres a contraluz que no quedan más que los posos, decidimos que queríamos hacer un vino, así a lo loco. 

La relacción con la Helvetica es difícil de explicar sino eres un pedazo de freak de las tipografías, el caso es que nos queremos, digo "nos", sí, porque ella nos ama también. Lo sé. 

Para quien no lo sepa, la Helvetica es la reina de las tipografías, creada por Max Miedinger en 1957 (quien quiera más ya sabe dónde está Wikipedia) y es una marca en sí misma, hay camisetas de Helvetica, tazas de Helvetica, bolsos de Helvetica... tanto es así que tiene hasta su propia película.

El caso es que hablamos con la fundición Linotype, poseedora de los derechos, y les pareció una idea magnífica lo del vino Helvetica (esta gente de Linotype tampoco está muy bien de la cabeza, eso está claro).

Helvetica Wine ha tenido una cuidada elaboración, desde el proceso de la uva hasta el diseño de la botella, lo que hace de él un vino de primera calidad además de un indiscutible elemento de diseño.

Así que, después de muchos meses de locura, os presentamos el resultado de una noche de pasión en una sauna turca entre el tito Max y Dionisio. Salud.

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