Vinos de garage

Vinos de garage

· · · Por Laura Díaz

Siento una inmensa admiración por todo aquel que se dedica a hacer en esta vida lo que quiere, que siente pasión por lo que hace, porque hace lo que le gusta con libertad y quiere hacerlo bien al precio que sea. 

 
Y digo esto porque hace un par de semanas que conocí a Pedro Balda. Estuve de visita por España un par de días, de casualidad, porque el principal objetivo del viaje era ir a Francia, a Vinitech por trabajo y para explorar los vinos bordeleses en los que los enólogos que trabajan en Napa pretenden inspirarse. Pero mi jefe tenía ganas de fiesta, de tapas y de visitar a algún viejo amigo en Logroño.
 
Pedro Balda se define como viticultor, trabaja para la Universidad de Rioja y hace un vino de garage cojonudo en San Vicente de la Sonsierra, Majuelo de la Rad. Su familia lleva 6 generaciones produciendo uva en San Vicente, y él elabora este magnífico vino a partir de una pequeña viña de cepas viejas de Garnacha del que prácticamente conoce cada rincón y cada cepa individualmente. El garage (literalmente) donde lo produce está debajo de la casa de sus padres, donde su padre tiene almacenados equipos de bodega y de campo antiquísimos y solía elaborar un vino a granel para el consumo de la familia, cuyas condiciones higiénicas (me refiero a la parte donde su padre almacena la maquinaria) son mínimas. Pero Pedro elabora un vino lo más cercano a lo natural que puede, manipulando lo mínimo el proceso, sin añadir sulfitos, y con las máximas exigencias en higiene posibles. 
 
 
Mirando el lugar y catando sus vinos siento profunda admiración porque entiendo el trabajo que supone evitar la contaminación. Pedro mima la cepa, cuida al detalle cada trabajo desde el despalillado manual de la uva hasta que el vino sin inocular (en este momento, y observando el nido de Brettanomyces de alrededor casi grito del susto) termina la fermentacion y se pone a dormir en barrica, sabe lo que hay que hacer para hacerlo bien, y encima, lo hace.
 
Después de conocerle, he pensado mucho en lo que demasiado que a la ligera se hacen llamar los vinos de garage.
 
Vinos de garage son vinos producidos normalmente en garages o almacenes a escala muy pequeña que tienen en común ciertos aspectos: pequeñas producciones de uva de la máxima calidad de viñedos de cepas viejas en las que se trabaja para conseguir rendimientos muy bajos (normalmente, de 2 toneladas/hectárea), selección y despalillado manual (grano a grano), fermentaciones espontáneas para lograr la máxima expresión del terroir, casi siempre fermentación en barriles (no siempre), mínima intervención y mínimas adiciones de sulfitos, battonage en barricas de vinos tintos, maloláctica en barrica y casi siempre no clasificados en ninguna denominación de origen. Todas estas cosas son ciertas pero no siempre, y aún así se definen como vinos de garage.
 
¿Cuánto hay de verdad en esta expresión y cuánto es sólo otro instrumento del marketing para vender botellas de vinos a precios astronómicos?
 
Cuando me pongo a buscar en el inmenso océano de información que es Internet sólo leo sobre grandes personajes como Peter Sisseck, Benjamin Romeo, Abel Mendoza, Screaming Eagle, Harlan, Michel Puzio (y su idea descabellada y tediosa de introducir las uvas por el tapon de la barrica para su fermentacion)... De verdad? Vinos de garage? Me cuesta creerlo de algunos de ellos, los cuales disponen de todos los medios tecnológicos y económicos posibles. Pero es que resulta que lo importante no son los medios, es el concepto.
 
Buscando en más profundidad, descubro el origen del término que está en los que se conocen como Garagistes, un grupo de vinicultores del banco derecho en Burdeos que querían hacer algo distinto y menos sujeto a las restricciones impuestas por las DOC bordelesas. El primero de ellos fue Jean Luc Thunevin y su aclamadísimo Valandraud en St Emilion. Estos productores han sido, y son, muy aclamados por los críticos porque los vinos son de calidad, pero, a la vez, son fuertemente criticados por instituciones y productores tradicionales, que sujetos a reglas, creen que se perderá la tipicidad y las tradiciones. El movimiento surgió en 1990 y se les puede adjudicar el concepto de maloláctica en barrica, lo cual era impensable en la enología tradicional en Burdeos.
 
Mi conclusión es que al final lo que se define como vino de garage, independientemente del lugar donde se haga o de las técnicas y medios utilizados, es sólo la expresión del carácter y personalidad del productor que a la vez sólo quiere expresar al máximo el terroir. Ah! siempre se vuelve al terroir... o como yo diría: siempre hay algún loco al que le gusta ir a contracorriente y quiere hacer lo que le gusta y lo quiere hacer bien.
 

ACERCA DEL AUTOR

 

Nacida en Madrid hace 32 primaveras, Laura Díaz es la enóloga de Galerie, el nuevo proyecto de Jackson Family Wines en el Norte de California. Esta joven promesa de la enología Española se sale de los estereotipos tanto en su vida personal como en su trabajo.
Acerca del autor
Iván Redondo Diseñador amante del vino

Iván no solo se fija en el sabor, color y aroma del vino, además valora hasta el último detalle del diseño de la botella y su etiqueta. Busca el equilibrio perfecto entre un buen vino y buen diseño, lo que para él es el vino perfecto.